Los
múltiples conceptos de la educación. Educación y pedagogía.
La pedagogía puede considerarse desde diversos puntos de vista. Para
algunos es el planteo y la solución científica de los problemas educativos.
Para otros, el conjunto de reglas o de normas que rigen, o deben regir la
actividad educativa. Lo importante es que nos enfrentan con el objeto propio de
la pedagogía y permite introducirnos en el tema. Se debe notar que en ambas, la
referencia es a lo educativo. Ciencia, problema o regla, la pedagogía trabaja
siempre con la educación, y cualquiera sea el concepto que de aquella se
adopte, no puede discutirse que su vigencia y su sentido le vienen de su objeto
propio: La educación.
Existen múltiples definiciones de ese objeto y diversas maneras de
entender su ciencia. Pero esto no afecta el hecho que aquí queremos puntualizar:
una cosa es la pedagogía y otra la educación; una cosa es el objeto y otra, la
ciencia que de el se ocupa.
En otras palabras: la pedagogía es la disciplina, el estudio o el
conjunto de normas, que se refieren a un hecho o a un proceso o actividad: la educación. Por
su parte, de la educación como realidad viva surgen los problemas que el
esfuerzo teórico y experimental del hombre que intenta resolver y reunir en un
sistema o cuerpo de doctrina o de normas capaces de explicar el fenómeno de la
educación, en tanto como una realidad, o
de conducirlo, en tanto actividad.
El sentido y la vigencia de la disciplina pedagógica proceden de su
objeto, esto es, la educación.
Kant llamo a la educación “la mas grande aventura humana”.
Etimológicamente, la palabra educación procede del latín educare, que
significa criar, nutrir o alimentar, y de exducere, que equivale a sacar,
llevar o conducir desde dentro hacia afuera. Esta doble etimología ha dado
nacimiento a dos acepciones que, por lo menos a primera vista, resultan opuestas.
Si se acepta la primera, la educación es un proceso de alimentación o de
acrecentamiento que se ejerce desde fuera; si en cambio se adopta la segunda,
ya no se trata de una crianza o de una alimentación mediante presión externa,
sino de una conducción, de un encauzamiento de disposiciones ya existentes en
el sujeto que se educa. Los dos sentidos de esas raíces reciben respectivamente
la calificación de acrecentamiento (educare) y de crecimiento (exducere), y
constituyen los conceptos centrales de dos ideas distintas de la educación que
a través del tiempo tratan de imponerse.
Lo que sirve a los pedagogos de hoy para distinguir la llamada educación
tradicional, de corte intelectualista, con predominio del educador sobre el
educando convertido en pasivo receptáculo de conocimientos, de la educación
nueva o progresiva, basada en la actividad, la libertad y la responsabilidad
del ser humano.
Se deben considerar las formas de la educación desde el punto de vista
de su dirección. ¿Que significa hablar de la dirección de la Educación? Que el
camino recorrido por la educación como influencia (educare) es inverso al que
sigue la educación como desarrollo desde dentro (ex -ducere); el punto de
referencia es, por cierto, es el sujeto que se educa. Si el proceso educativo
se organiza, se ejerce y se impone desde fuera y desde arriba, entonces debe
hablarse de heteroeducacion, del griego heteros que significa
“otro” o “distinto”.
Si en cambio, el proceso educativo recorre la dirección inversa, esto
es, nace del individuo mismo, para desde el apropiarse de lo que le es exterior
y conformarlo a su individualidad debe hablarse de autoeducación, del griego, autos que quiere decir
“uno mismo” o “propio”.
Heteroeducacion y autoeducación son las dos formas que en
primera instancia y desde el punto de vista de su dirección, presenta la
educación. Al mismo tiempo constituyen dos posibles definiciones de la misma. A
ambas le son aplicables las mismas consideraciones hechas para educare y ex
–ducere, además tanto Heteroeducacion y Autoeducación, permiten el acrecentamiento y crecimiento.
En consecuencia no
deben interpretarse como términos opuestos o contrarios, sino como dos aspectos
o momentos de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe el nombre
general de educación.
En la heteroeducacion
el hombre es formado; en la autoeducación el hombre se forma, de acuerdo a una
voluntad autónoma de desarrollo interior. Ninguno de estos modos puede darse
aislado y absolutamente, como si nada tuvieren que ver entre si. Se
complementan, se insertan el uno en el otro, se sintetizan en la vida misma. La
mejor manera de expresarlo seria formulando un ideal educativo: si por la
heteroeducacion el hombre es formado y por la autoeducación se forma así mismo,
toda educación autentica es aquella que lo ayuda a formarse, como lo ha
expresado mejor Mauricio Debesse: “La educación no crea al hombre, lo ayuda a
crearse a si mismo”.
La educación
como proceso dinámico
Se pueden dar tres
conceptos de de educación:
a.- La educación es una
influencia externa que configura al individuo (heteroeducacion).
b.- La educación es un
desarrollo interior que hace que el individuo se configure así mismo
(autoeducación).
c.- La educación es un
proceso que proporciona al individuo los medios para su propia configuración
(hetero y autoeducación).
Se puede comprobar al
analizar las definiciones anteriores,
que en las tres la educación se presenta como una acción que puede ser ejercida
sobre los demás (heteroeducacion), o sobre uno mismo (autoeducación).
El diccionario define
la palabra educación como la “acción y efecto de educar”.
Las consideraciones
hechas sobre la educación como acto dinamicé y como realidad, en sus conexiones
con la vida social, cultural y natural, nos impone la tarea de distinguir otras
formas posibles de aquella y lo haremos
a partir de la intención que lo guía, mejor dicho, apoyándonos en el
hecho de que la influencia educativa pude ejercerse con o sin intención,
consciente o inconsciente.
De acuerdo a este
criterio la educación puede ser cósmica
o sistemática. Se ha dado en llamar educación cósmica a la influencia de los
factores, fenómenos y elementos del mundo (cosmos) en su mas amplio sentido
(esto es, lo que rodea al individuo) que inciden sobre el hombre y lo
configuran. Esta educación es inconsciente (no se propone deliberadamente
educar), asistemática (sin sistema ni orden). A metódica, (no tiene
procedimientos predeterminados), natural, espontanea y refleja. Obra por acción
de presencia y por impregnación; aprendemos a hablar escuchando; a
comportarnos, experimentando la relación social con nuestros semejantes; a
sentir, viviendo nuestros sentimientos y participando de los de los demás; a
actuar, actuando. En general, todo ambiente natural y social cumple una función
educativa que se involucra en la educación cósmica.
La educación sistemática
es una forma mas restringida; es la que se imparte en la escuela, entendiendo
que esta supone una relación voluntaria entre alguien que educa y alguien que
es educado. Se caracteriza, a diferencia de la cósmica, por el definido
propósito de educar o de ser educado y es por lo tanto, consciente o
intencional, metódica y artificial. La educación sistemática depende de la
cósmica, que le proporciona elementos para cumplirse, puesto que la cósmica le
ofrece los factores naturales y sociales del medio en que vive la persona que
se educa.
Concepto
general de educación.
Concepto: La educación
es la formación del hombre y la mujer por medio de una influencia exterior
consciente o inconsciente (heteroeducacion), o por un estimulo, que si bien
proviene de algo que no es el individuo mismo, suscita en el una voluntad de
desarrollo autónomo conforme a su propia ley (autoeducación).
La formula dada abarca
el fenómeno de la educación en sus diversos rasgos. Primero lo hace por su fin
mas general (formación del hombre), aunque no especifique de que formación se
trata; en segundo termino, nos pone en contacto con el carácter de influencia
que le es propio en tanto heteroeducacion consciente (educación sistemática) o
inconsciente (educación cósmica); en tercer lugar, y finalmente, comprende el
sentido de la educación como desarrollo autónomo (autoeducación) pero sin dejar
de reconocer que ese desarrollo no puede cumplirse sin el apoyo, por lo menos,
de un estimulo externo. Claro es que, en su afán por abarcar en un único golpe
de vista el mayor numero de notas, ese concepto cae en el defecto de una
excesiva generalidad y amplitud. En cierta forma es lo que buscábamos, pero no
podemos quedarnos en esa sola idea general. Si nos conformamos con ella, no
cumpliremos con el propósito de agotar en todo lo posible el concepto de la
educación. De esta también hay una idea restringida que evita el riesgo de que
la educación sea o pueda ser cualquier cosa de las que el hombre hace, para
convertirla en un proceso de solida fundamentación científica.
A la idea restringida
de la educación puede llegarse por dos caminos: el primero, a partir del
concepto de la educación como actividad intencional (educación sistemática); el
segundo, teniendo en cuenta el proceso educativo general, y haciendo de la
educación, en sentido estricto, uno de los momentos precisos de ese proceso.
La educación
como actividad intencional.
Al hablar de las formas
de la educación desde el punto de vista de la intención, se debe plantear que
la forma sistemática es mas restringida, menos extensa que la cósmica; que es
posterior a ella y de ella depende. Con ese criterio puede afirmarse que la
educación, bajo su forma consciente, es una actividad intencional que, como
tal, cumple con el propósito definido de formar a otros o de formarse a uno
mismo. Desde este punto de vista requiere la presencia del educador (ser
formado) y del educando (ser no formado o inmaduro), que entran en la relación
viva y concreta que se denomina acto educativo o
pedagógico.
En la heteroeducacion
los dos términos del acto son diferentes; en la autoeducación, es el mismo
individuo quien se convierte en el educador de si mismo.
Aunque refiriéndose
solo a la heteroeducacion, dos pedagogos contemporáneos, han expresado este
concepto restringido de la educación como acción voluntaria: “influencia
consciente sobre el hombre dúctil e inculto con el propósito de formarlo”.
Jonas Cohn y
Dilthey lo señalan “como la actividad
planeada mediante la cual los adultos tratan de formar la vida anímica de los
seres en desarrollo
Momentos del
Proceso educativo.
La segunda manera de
restringir la idea de la educación, aun más de lo que se ha hecho en el punto
anterior, es considerarla dentro del proceso educativo general como uno de sus
momentos o aspectos. Con ese propósito llamamos proceso
educativo general al conjunto de influencias que se ejercen sobre el ser
para configurarlo, no solo desde el punto de vista espiritual y social, sino
también biológico. Así entendido, este proceso alcanza no únicamente al hombre,
sino también al animal que es pasible de adaptarse a ciertas influencias que lo
conduzcan a la domesticación y al adiestramiento.
El proceso educativo se
cumple en etapas que pueden delimitarse
perfectamente a pesar de sus relaciones mutuas. Se inicia con la crianza, sigue con el adiestramiento,
continua con la instrucción y la educación, para culminar con la autoeducación.
Aquí los términos deben
ser tomados en su valor mas limitados olvidando todas las sinonimias que surgen
de su uso vulgar, además del mismo significado amplio de la educación que antes
hemos desarrollado.
La crianza es una condición que se mantiene en el plano biológico y cuyo fin
primordial es asegurar la subsistencia orgánica del ser. Puede adoptar la forma
de alimentación, de cuidado,
de protección o de
abrigo. Es en otro terreno, la misma función que el agricultor cumple
con la tierra: un cultivo.
El
adiestramiento es un paso mas adelante. Busca la
constitución de hábitos, de mecanismos que permitan al individuo adaptarse y
reaccionar adecuadamente frente a situaciones exteriores y que le son
imprescindibles para la feliz realización de su vida natural y social.
Tanto el adiestramiento como la
crianza, si bien le son aplicables al hombre, no trascienden el plano de
lo meramente animal. Recién con la instrucción entramos en la esfera
propiamente humana, para hacer posible la educación y la autoeducación. Por que
el hecho de que todos los señalados sean momentos distintos, no debe hacernos
olvidar que pertenecen a un mismo proceso en el que cada etapa depende de la
que antecede y prepara a la que sigue. Aun mas, en el acto educativo concreto
pueden darse simultáneamente, sobre todo la instrucción y la educación.
La
Instrucción.
El pedagogo argentino
Sal Taborda, ha escrito que la “instrucción es un concepto que alude al momento
en que la relación educando-educador se supedita a un bien objetivado”
La idea de Taborda es
perfectamente comprensible si se piensa en el mecanismo de la instrucción. Por
ejemplo en una lección de Historia, el profesor debe transmitir en ella ciertos
contenidos: fechas, nombres, sucesos etc. Y el alumno aprehenderlos y
retenerlos. Ambos se supeditan a la ley de esos contenidos cuya forma y
estructura no dependen de ellos, ya están elaborados y no son subjetivos, sino
objetivos. Al elaborarlos como contenidos para un conocimiento, el historiador
los ha transformado en bienes de cultura supraindividuales. Pertenecen a todos,
están en los libros, en la vida social misma, o quizá en la mente del profesor.
Si es esto ultimo, en cuanto el maestro los expresa, los comunica, dejan de ser
exclusivamente suyos para convertirse en propiedad de todos los que aprehenden.
Además, para comunicar
un contenido instructivo (materia, tema de estudio) lo primero es no deformarlo
sino respetar la forma y el fondo que le son propios. Igualmente la aprehensión
supone que el contenido debe captarse tal cual es. Quien así no lo haga
merecerá una reprobación. Es claro entonces, que tanto el profesor como el
alumno están, en la instrucción supeditados a la ley del bien objetivo que el
primero transmite o enseña y el segundo aprehende o aprende. Por otra parte,
los dos momentos de la instrucción, transmisión o enseñanza y aprehensión o
aprendizaje, afectan solo a la capacidad intelectual de quienes participan del
acto instructivo. En este acto no hay relación directa entre maestro y alumno,
sino indirecta a través del bien objetivado que se transmite o se aprende; en
el no importa en principio, mas que la ley del bien o del contenido instructivo
que esta en juego. Todo esto queda dicho sin perjuicio de afirmar que la
transmisión de un contenido educativo puede tener proyecciones que trasciendan
lo meramente intelectual, y educar además de instruir.
La educación
en el proceso educativo.
En la instrucción
propiamente dicha no hay contacto directo de hombre a hombre, sino un vínculo
externo entre maestro y alumno, subordinándose ambos a la ley del bien cultural
o materia de estudio a transmitir o a aprender. Se trata de un contacto
meramente intelectual y mediato, o sea en la medida en que el bien educativo
sirve de medio y, en cierta manera se interpone entre el educador y el
educando; además, la dirección del proceso esta determinado por la estructura
del contenido.
La educación va
mucho más allá. No puede prescindir de la instrucción, ni del bien objetivo,
pero apunta al valor que tras de ese bien se oculta. Así por ejemplo, más que
el conocimiento estricto del hecho histórico le interesan las energías
espirituales: entusiasmo, admiración, respeto, patriotismo, etc. Que ese hecho
puede despertar. Pero para lograrlo no se fija exclusivamente en la ley del
contenido a transmitir sino principalmente en las capacidades y disposiciones
que el alumno tiene para aprehenderlo o realizarlo. En ella hay relación
directa de hombre a hombre, en la cual la influencia del educador parte del
educando, entra en contacto con el y lo eleva, o se eleva conjuntamente con el
a la pesca del valor que todo bien cultural encierra. Desde este punto de vista
es, propiamente hablando, una conducción
espiritual. La educación, mas que el intelecto, apunta a la personalidad total
del educando, y para ello se vale de una influencia intencional y metódica que
se centra sobre el educando, y que hace del contenido a transmitir un medio
para el desarrollo de las potencias del ser inmaduro. Lo que surge del concepto
que de la educación da el citado Taborda: “Hacer deliberado y querido, regido
por un pensamiento especifico y propio que se propone formar y fomentar a un
ser humano de acuerdo a sus posibilidades valiosas”.
Educación,
formación y autoeducación.
Por encima de la
educación en el proceso educativo general se ubica la autoeducación, que es la
voluntad autónoma de formación. Pero entre ambos educación y autoeducación se
filtra otro término, el de formación, cuyo uso es muy frecuente en materia
pedagógica, como puede comprobarse en este mismo contenido. Para afectar por
igual el significado de la educación y al de la autoeducación y esta dualidad
del termino tiene su razón de ser; participa de la educación porque cuando esta
es autentica debe culminar en formación o configuración personal del ser, en el
desarrollo de su forma propia (la palabra formación nace justamente de forma),
pero en tanto esa forma propia tamiza todo lo que pasa a su través y le impone
su ley, ya no puede hablarse estrictamente sino de autoeducación.
En consecuencia: vista
como uno de los momentos del proceso educativo general de la educación se
limita a ser una actividad consciente que se cumple mediante una autentica
conducción espiritual: a un sistema que posee un sentido y sus normas distintas
del meramente instructivo. Se define por el propósito de elevar al hombre a
partir de sus posibilidades, para dejarlo en los umbrales de la autonomía. René
Hubert sostiene que “es una tutela que tiene por objeto conducir al ser hasta
el punto en que no tenga ya necesidad de tutela” En esa frase del pedagogo
Francés esta claramente expresada la unidad, la continuidad, y la atención del
proceso que nos interesa comprender. La educación apunta a la formación. Esta
es desarrollo de la forma individual que se apropia de los elementos que la
escuela o el mundo le proporcionan para darle su sello peculiar. Con ello la
educación se ha convertido en autoeducación.
MUY BUENO . GRACIAS
ResponderEliminarMuy bueno me de sirvió ,estamos preparándonos para rendir un final con mi compañera y esto nos vino como anillo al dedo muy buen explicado .. .se entiende ala perfección
ResponderEliminarMuy bueno, gracias
ResponderEliminar