lunes, 16 de julio de 2012


Los múltiples conceptos de la educación. Educación y pedagogía.

La pedagogía puede considerarse desde diversos puntos de vista. Para algunos es el planteo y la solución científica de los problemas educativos. Para otros, el conjunto de reglas o de normas que rigen, o deben regir la actividad educativa. Lo importante es que nos enfrentan con el objeto propio de la pedagogía y permite introducirnos en el tema. Se debe notar que en ambas, la referencia es a lo educativo. Ciencia, problema o regla, la pedagogía trabaja siempre con la educación, y cualquiera sea el concepto que de aquella se adopte, no puede discutirse que su vigencia y su sentido le vienen de su objeto propio: La educación.

Existen múltiples definiciones de ese objeto y diversas maneras de entender su ciencia. Pero esto no afecta el hecho que aquí queremos puntualizar: una cosa es la pedagogía y otra la educación; una cosa es el objeto y otra, la ciencia que de el se ocupa.

En otras palabras: la pedagogía es la disciplina, el estudio o el conjunto de normas, que se refieren a un hecho o a un proceso o actividad: la educación. Por su parte, de la educación como realidad viva surgen los problemas que el esfuerzo teórico y experimental del hombre que intenta resolver y reunir en un sistema o cuerpo de doctrina o de normas capaces de explicar el fenómeno de la educación, en tanto  como una realidad, o de conducirlo, en tanto actividad.

El sentido y la vigencia de la disciplina pedagógica proceden de su objeto, esto es, la educación.
Kant llamo a la educación “la mas grande aventura humana”.
Etimológicamente, la palabra educación procede del latín educare, que significa criar, nutrir o alimentar, y de exducere, que equivale a sacar, llevar o conducir desde dentro hacia afuera. Esta doble etimología ha dado nacimiento a dos acepciones que, por lo menos a primera vista, resultan opuestas. Si se acepta la primera, la educación es un proceso de alimentación o de acrecentamiento que se ejerce desde fuera; si en cambio se adopta la segunda, ya no se trata de una crianza o de una alimentación mediante presión externa, sino de una conducción, de un encauzamiento de disposiciones ya existentes en el sujeto que se educa. Los dos sentidos de esas raíces reciben respectivamente la calificación de acrecentamiento (educare) y de crecimiento (exducere), y constituyen los conceptos centrales de dos ideas distintas de la educación que a través del tiempo tratan de imponerse.
Lo que sirve a los pedagogos de hoy para distinguir la llamada educación tradicional, de corte intelectualista, con predominio del educador sobre el educando convertido en pasivo receptáculo de conocimientos, de la educación nueva o progresiva, basada en la actividad, la libertad y la responsabilidad del ser humano.

Se deben considerar las formas de la educación desde el punto de vista de su dirección. ¿Que significa hablar de la dirección de la Educación? Que el camino recorrido por la educación como influencia (educare) es inverso al que sigue la educación como desarrollo desde dentro (ex -ducere); el punto de referencia es, por cierto, es el sujeto que se educa. Si el proceso educativo se organiza, se ejerce y se impone desde fuera y desde arriba, entonces debe hablarse de heteroeducacion, del griego heteros que significa “otro” o “distinto”.
Si en cambio, el proceso educativo recorre la dirección inversa, esto es, nace del individuo mismo, para desde el apropiarse de lo que le es exterior y conformarlo a su individualidad debe hablarse de autoeducación, del griego, autos que quiere decir “uno mismo” o “propio”.
Heteroeducacion y  autoeducación son las dos formas que en primera instancia y desde el punto de vista de su dirección, presenta la educación. Al mismo tiempo constituyen dos posibles definiciones de la misma. A ambas le son aplicables las mismas consideraciones hechas para educare y ex –ducere, además tanto Heteroeducacion y Autoeducación, permiten el  acrecentamiento y crecimiento.
En consecuencia no deben interpretarse como términos opuestos o contrarios, sino como dos aspectos o momentos de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe el nombre general de educación.
En la heteroeducacion el hombre es formado; en la autoeducación el hombre se forma, de acuerdo a una voluntad autónoma de desarrollo interior. Ninguno de estos modos puede darse aislado y absolutamente, como si nada tuvieren que ver entre si. Se complementan, se insertan el uno en el otro, se sintetizan en la vida misma. La mejor manera de expresarlo seria formulando un ideal educativo: si por la heteroeducacion el hombre es formado y por la autoeducación se forma así mismo, toda educación autentica es aquella que lo ayuda a formarse, como lo ha expresado mejor Mauricio Debesse: “La educación no crea al hombre, lo ayuda a crearse a si mismo”.

La educación como proceso dinámico

Se pueden dar tres conceptos de de educación:
a.- La educación es una influencia externa que configura al individuo (heteroeducacion).
b.- La educación es un desarrollo interior que hace que el individuo se configure así mismo (autoeducación).
c.- La educación es un proceso que proporciona al individuo los medios para su propia configuración (hetero y autoeducación).
Se puede comprobar al analizar las  definiciones anteriores, que en las tres la educación se presenta como una acción que puede ser ejercida sobre los demás (heteroeducacion), o sobre uno mismo (autoeducación).
El diccionario define la palabra educación como la “acción y efecto de educar”.
Las consideraciones hechas sobre la educación como acto dinamicé y como realidad, en sus conexiones con la vida social, cultural y natural, nos impone la tarea de distinguir otras formas posibles de aquella y lo haremos  a partir de la intención que lo guía, mejor dicho, apoyándonos en el hecho de que la influencia educativa pude ejercerse con o sin intención, consciente o inconsciente.
De acuerdo a este criterio  la educación puede ser cósmica o sistemática. Se ha dado en llamar educación cósmica a la influencia de los factores, fenómenos y elementos del mundo (cosmos) en su mas amplio sentido (esto es, lo que rodea al individuo) que inciden sobre el hombre y lo configuran. Esta educación es inconsciente (no se propone deliberadamente educar), asistemática (sin sistema ni orden). A metódica, (no tiene procedimientos predeterminados), natural, espontanea y refleja. Obra por acción de presencia y por impregnación; aprendemos a hablar escuchando; a comportarnos, experimentando la relación social con nuestros semejantes; a sentir, viviendo nuestros sentimientos y participando de los de los demás; a actuar, actuando. En general, todo ambiente natural y social cumple una función educativa que se involucra en la educación cósmica.
La educación sistemática es una forma mas restringida; es la que se imparte en la escuela, entendiendo que esta supone una relación voluntaria entre alguien que educa y alguien que es educado. Se caracteriza, a diferencia de la cósmica, por el definido propósito de educar o de ser educado y es por lo tanto, consciente o intencional, metódica y artificial. La educación sistemática depende de la cósmica, que le proporciona elementos para cumplirse, puesto que la cósmica le ofrece los factores naturales y sociales del medio en que vive la persona que se educa.



Concepto general de educación.
Concepto: La educación es la formación del hombre y la mujer por medio de una influencia exterior consciente o inconsciente (heteroeducacion), o por un estimulo, que si bien proviene de algo que no es el individuo mismo, suscita en el una voluntad de desarrollo autónomo conforme a su propia ley (autoeducación).
La formula dada abarca el fenómeno de la educación en sus diversos rasgos. Primero lo hace por su fin mas general (formación del hombre), aunque no especifique de que formación se trata; en segundo termino, nos pone en contacto con el carácter de influencia que le es propio en tanto heteroeducacion consciente (educación sistemática) o inconsciente (educación cósmica); en tercer lugar, y finalmente, comprende el sentido de la educación como desarrollo autónomo (autoeducación) pero sin dejar de reconocer que ese desarrollo no puede cumplirse sin el apoyo, por lo menos, de un estimulo externo. Claro es que, en su afán por abarcar en un único golpe de vista el mayor numero de notas, ese concepto cae en el defecto de una excesiva generalidad y amplitud. En cierta forma es lo que buscábamos, pero no podemos quedarnos en esa sola idea general. Si nos conformamos con ella, no cumpliremos con el propósito de agotar en todo lo posible el concepto de la educación. De esta también hay una idea restringida que evita el riesgo de que la educación sea o pueda ser cualquier cosa de las que el hombre hace, para convertirla en un proceso de solida fundamentación científica.
A la idea restringida de la educación puede llegarse por dos caminos: el primero, a partir del concepto de la educación como actividad intencional (educación sistemática); el segundo, teniendo en cuenta el proceso educativo general, y haciendo de la educación, en sentido estricto, uno de los momentos precisos de ese proceso.



La educación como actividad intencional.

Al hablar de las formas de la educación desde el punto de vista de la intención, se debe plantear que la forma sistemática es mas restringida, menos extensa que la cósmica; que es posterior a ella y de ella depende. Con ese criterio puede afirmarse que la educación, bajo su forma consciente, es una actividad intencional que, como tal, cumple con el propósito definido de formar a otros o de formarse a uno mismo. Desde este punto de vista requiere la presencia del educador (ser formado) y del educando (ser no formado o inmaduro), que entran en la relación viva y concreta que se denomina  acto educativo o pedagógico.

En la heteroeducacion los dos términos del acto son diferentes; en la autoeducación, es el mismo individuo quien se convierte en el educador de si mismo.
Aunque refiriéndose solo a la heteroeducacion, dos pedagogos contemporáneos, han expresado este concepto restringido de la educación como acción voluntaria: “influencia consciente sobre el hombre dúctil e inculto con el propósito de formarlo”.
Jonas Cohn y Dilthey  lo señalan “como la actividad planeada mediante la cual los adultos tratan de formar la vida anímica de los seres en desarrollo

Momentos del Proceso educativo.
La segunda manera de restringir la idea de la educación, aun más de lo que se ha hecho en el punto anterior, es considerarla dentro del proceso educativo general como uno de sus momentos o aspectos. Con ese propósito llamamos proceso educativo general al conjunto de influencias que se ejercen sobre el ser para configurarlo, no solo desde el punto de vista espiritual y social, sino también biológico. Así entendido, este proceso alcanza no únicamente al hombre, sino también al animal que es pasible de adaptarse a ciertas influencias que lo conduzcan a la domesticación y al adiestramiento.
El proceso educativo se cumple en etapas que pueden  delimitarse perfectamente a pesar de sus relaciones mutuas. Se inicia con la crianza, sigue con el adiestramiento, continua con la instrucción y la educación, para culminar con la autoeducación.
Aquí los términos deben ser tomados en su valor mas limitados olvidando todas las sinonimias que surgen de su uso vulgar, además del mismo significado amplio de la educación que antes hemos desarrollado.
La crianza es una condición que se mantiene en el plano biológico y cuyo fin primordial es asegurar la subsistencia orgánica del ser. Puede adoptar la forma de alimentación, de cuidado, de protección o de abrigo. Es en otro terreno, la misma función que el agricultor cumple con la tierra: un cultivo.
El adiestramiento es un paso mas adelante. Busca la constitución de hábitos, de mecanismos que permitan al individuo adaptarse y reaccionar adecuadamente frente a situaciones exteriores y que le son imprescindibles para la feliz realización de su vida natural y social.
Tanto el adiestramiento como la crianza, si bien le son aplicables al hombre, no trascienden el plano de lo meramente animal. Recién con la instrucción entramos en la esfera propiamente humana, para hacer posible la educación y la autoeducación. Por que el hecho de que todos los señalados sean momentos distintos, no debe hacernos olvidar que pertenecen a un mismo proceso en el que cada etapa depende de la que antecede y prepara a la que sigue. Aun mas, en el acto educativo concreto pueden darse simultáneamente, sobre todo la instrucción y la educación.



La Instrucción.
El pedagogo argentino Sal Taborda, ha escrito que la “instrucción es un concepto que alude al momento en que la relación educando-educador se supedita a un bien objetivado”
La idea de Taborda es perfectamente comprensible si se piensa en el mecanismo de la instrucción. Por ejemplo en una lección de Historia, el profesor debe transmitir en ella ciertos contenidos: fechas, nombres, sucesos etc. Y el alumno aprehenderlos y retenerlos. Ambos se supeditan a la ley de esos contenidos cuya forma y estructura no dependen de ellos, ya están elaborados y no son subjetivos, sino objetivos. Al elaborarlos como contenidos para un conocimiento, el historiador los ha transformado en bienes de cultura supraindividuales. Pertenecen a todos, están en los libros, en la vida social misma, o quizá en la mente del profesor. Si es esto ultimo, en cuanto el maestro los expresa, los comunica, dejan de ser exclusivamente suyos para convertirse en propiedad de todos los que aprehenden.
Además, para comunicar un contenido instructivo (materia, tema de estudio) lo primero es no deformarlo sino respetar la forma y el fondo que le son propios. Igualmente la aprehensión supone que el contenido debe captarse tal cual es. Quien así no lo haga merecerá una reprobación. Es claro entonces, que tanto el profesor como el alumno están, en la instrucción supeditados a la ley del bien objetivo que el primero transmite o enseña y el segundo aprehende o aprende. Por otra parte, los dos momentos de la instrucción, transmisión o enseñanza y aprehensión o aprendizaje, afectan solo a la capacidad intelectual de quienes participan del acto instructivo. En este acto no hay relación directa entre maestro y alumno, sino indirecta a través del bien objetivado que se transmite o se aprende; en el no importa en principio, mas que la ley del bien o del contenido instructivo que esta en juego. Todo esto queda dicho sin perjuicio de afirmar que la transmisión de un contenido educativo puede tener proyecciones que trasciendan lo meramente intelectual, y educar además de instruir.
La educación en el proceso educativo.
En la instrucción propiamente dicha no hay contacto directo de hombre a hombre, sino un vínculo externo entre maestro y alumno, subordinándose ambos a la ley del bien cultural o materia de estudio a transmitir o a aprender. Se trata de un contacto meramente intelectual y mediato, o sea en la medida en que el bien educativo sirve de medio y, en cierta manera se interpone entre el educador y el educando; además, la dirección del proceso esta determinado por la estructura del contenido.
 La educación va mucho más allá. No puede prescindir de la instrucción, ni del bien objetivo, pero apunta al valor que tras de ese bien se oculta. Así por ejemplo, más que el conocimiento estricto del hecho histórico le interesan las energías espirituales: entusiasmo, admiración, respeto, patriotismo, etc. Que ese hecho puede despertar. Pero para lograrlo no se fija exclusivamente en la ley del contenido a transmitir sino principalmente en las capacidades y disposiciones que el alumno tiene para aprehenderlo o realizarlo. En ella hay relación directa de hombre a hombre, en la cual la influencia del educador parte del educando, entra en contacto con el y lo eleva, o se eleva conjuntamente con el a la pesca del valor que todo bien cultural encierra. Desde este punto de vista es,  propiamente hablando, una conducción espiritual. La educación, mas que el intelecto, apunta a la personalidad total del educando, y para ello se vale de una influencia intencional y metódica que se centra sobre el educando, y que hace del contenido a transmitir un medio para el desarrollo de las potencias del ser inmaduro. Lo que surge del concepto que de la educación da el citado Taborda: “Hacer deliberado y querido, regido por un pensamiento especifico y propio que se propone formar y fomentar a un ser humano de acuerdo a sus posibilidades valiosas”.

Educación, formación y autoeducación.
Por encima de la educación en el proceso educativo general se ubica la autoeducación, que es la voluntad autónoma de formación. Pero entre ambos educación y autoeducación se filtra otro término, el de formación, cuyo uso es muy frecuente en materia pedagógica, como puede comprobarse en este mismo contenido. Para afectar por igual el significado de la educación y al de la autoeducación y esta dualidad del termino tiene su razón de ser; participa de la educación porque cuando esta es autentica debe culminar en formación o configuración personal del ser, en el desarrollo de su forma propia (la palabra formación nace justamente de forma), pero en tanto esa forma propia tamiza todo lo que pasa a su través y le impone su ley, ya no puede hablarse estrictamente sino de autoeducación.
En consecuencia: vista como uno de los momentos del proceso educativo general de la educación se limita a ser una actividad consciente que se cumple mediante una autentica conducción espiritual: a un sistema que posee un sentido y sus normas distintas del meramente instructivo. Se define por el propósito de elevar al hombre a partir de sus posibilidades, para dejarlo en los umbrales de la autonomía. René Hubert sostiene que “es una tutela que tiene por objeto conducir al ser hasta el punto en que no tenga ya necesidad de tutela” En esa frase del pedagogo Francés esta claramente expresada la unidad, la continuidad, y la atención del proceso que nos interesa comprender. La educación apunta a la formación. Esta es desarrollo de la forma individual que se apropia de los elementos que la escuela o el mundo le proporcionan para darle su sello peculiar. Con ello la educación se ha convertido en autoeducación.

3 comentarios:

  1. Muy bueno me de sirvió ,estamos preparándonos para rendir un final con mi compañera y esto nos vino como anillo al dedo muy buen explicado .. .se entiende ala perfección

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