EL MATRIMONIO DESDE EL
PUNTO DE VISTA CRISTIANO
EL PRIMER MATRIMONIO:
Dios el Señor formo al hombre de la
tierra misma, y soplo en su nariz y le dio vida. Asi el hombre comenzó a vivir.
Luego, Dios el señor dijo: No es bueno
que el hombre este solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para
el. Y Dios el Señor formo de la tierra todos los animales y todas las aves, y
se los llevo al hombre para que les pusiera nombre. El hombre les puso nombre a
todos los animales salvajes, y ese nombre se les quedo.
Sin embargo, ninguno de ellos resulto
ser la ayuda adecuada para el. Entonces Dios el Señor hizo caer al hombre en un
sueño profundo y, mientras dormía, le saco una de las costillas y le cerro otra
vez la carne. De esa costilla Dios el Señor hizo una mujer, y se la presento al
hombre, el cual, al verla, dijo:
Esta si que es de mi propia carne y de
mis propios huesos. Se va a llamar mujer
porque Dios la saco del hombre.
Por eso el hombre deja a su padre y a su
madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
Tanto el hombre como su mujer estaban
desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza de estar asi.
EL MATRIMONIO Y SUS
RESPONSABILIDADES
Bueno seria que el hombre no se casara;
pero a causa de la inmoralidad sexual, cada uno debe tener su propia esposa, y
cada mujer su propio su propio esposo. Y tanto el esposo como la esposa deben
cumplir con los deberes propios del matrimonio.
Ni la esposa es dueña de su propio
cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio
cuerpo, puesto que pertenece a su esposa.
Por lo tanto, no se nieguen el uno al
otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para
dedicarse a la oración. Después deberán que por no poder dominarse volver a
juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar.
Pero a los que ya están casados, les doy
este mandato, que no es mió, sino del Señor: que la esposa no se separe de su
esposo. Ahora bien, en caso de que la esposa se separe de su esposo, deberá
quedarse sin casar o reconciliarse con el. De la misma manera, el esposo no
debe divorciarse de su esposa.
SUMISION, RESPETO Y AMOR
Sométanle los unos a los otros, por
reverencia a Cristo.
Esposas estén sujetas a sus esposos como
al Señor.
Porque el esposo es cabeza de la esposa,
como Cristo es cabeza de la iglesia.Cristo es tambien el salvador de la
iglesia, la cual es su cuerpo; y asi como la iglesia esta sujeta a Cristo, asi
tambien las esposas deben estar en todo sujetas a sus esposos.
Esposos, amen a sus esposas como cristo
amo a la iglesia y dio su vida por ella. Esto lo hizo para consagrarla,
purificándola por medio de la palabra y del lavamiento del agua para
presentársela a si mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni
nada parecido, sino consagrada y perfecta.
Así como el esposo ama a su propio
cuerpo, asi debe amar tambien a su esposa.
El que ama a su esposa, se ama a si mismo. Porque nadie odia su propio
cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, como Cristo hace con la iglesia,
porque ella es su cuerpo.
Y nosotros somos parte de ese cuerpo.
Por eso, el hombre dejara a su padre y a
su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.
Esto es un secreto muy grande; pero yo
me estoy refiriendo a Cristo y a la iglesia. En todo caso, que cada uno de
ustedes ame a su esposa como a si mismo, y que la esposa respete al esposo.
(Efesios 5: 21-33).
ESPOSOS Y PADRES
EL PADRE SOSTIENE LA FAMILIA :
Al hombre le dijo:
Como le hicisteis caso a tu mujer y
comiste el fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra
va a estar bajo maldición por tu culpa;
con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida.
La tierra te dará espinos y cardos, y
tendrás que comer plantas silvestres. Te ganaras el pan con el sudor de tu
frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues
tierra eres y en tierra te convertirás.
(Génesis 3: 17-19).
EL PADRE PROTEGE A LA FAMILIA :
Esta es la historia de Noé:
Noé era un hombre muy bueno, que siempre
obedecía a Dios. Entre los hombres de su tiempo, solo el vivía de acuerdo con
la voluntad de Dios.
Noé tuvo tres hijos, que fueron Sem, Cam
y Jafet.
Para Dios, la tierra estaba llena de
maldad y violencia, pues toda la gente se había pervertido.
Al ver Dios que había tanta maldad en la
tierra, le dijo a Noe: He decidido terminar con toda la gente.
Por su culpa hay mucha violencia en el
mundo, asi que voy a destruirlos a ellos y al mundo entero.
Construye una barca de madera resinosa,
haz cuartos en ella, y tapa con brea todas las rendijas de la barca por dentro
y por fuera, para que no le entre agua. Haz la barca de de estas medidas:
ciento treinta y cinco metros de largo, veintidós metros y medio de ancho, y trece
metros y medio de alto.
Hazla de tres pisos, con una ventana como a
medio metro del techo, y con una puerta en uno de los dos lados.
Yo voy a mandar un diluvio que inundara
la tierra y destruirá todo lo que tiene vida en todas partes del mundo. Todo lo que hay en la
tierra morirá. Pero contigo estableceré mi pacto, y en la barca entraran tus
hijos, tu esposa, tus nueras y tú.
(Génesis 6: 9- 18).
EL PADRE DE LOS CREYENTES
Cuando Abran tenia noventa y nueve años,
el Señor se le apareció y le Dijo:
Yo soy el Dios todo poderoso; vive una
vida sin tacha delante de mí, y yo haré un pacto contigo: haré que tengas
muchísimos descendientes.
Entonces Abraham se inclino hasta tocar
el suelo con la frente, mientras Dios seguía diciéndole:
Este es el pacto que hago contigo: tu
ceras el padre de muchas naciones, y ya no vas a llamarte Abraham. Desde ahora
te llamaras Abrahán, porque te voy a hacer padre de muchas naciones.
Haré que tus descendientes sean muy numerosos;
de ti saldrán reyes y naciones. El pacto que hago contigo, y que haré con todos
tus descendientes en el futuro, es que yo seré siempre tu Dios y el Dios de
ellos. (Génesis 17: 1-7).
EL PADRE GUIA ESPIRITUAL
DE LA FAMILIA
Por todo esto, respeten al Señor y
sírvanle con sinceridad y lealtad.Apartense de los Dioses que sus antepasados
adoraron a orillas del rió Eufrates y en Egipto, y sirvan al Señor.
Pero si no quieren servir al Señor,
decidan hoy a quien van a servir: si a los dioses a los que sus antepasados
servían a orillas del Eufrates, o a los dioses de los amorreos que viven en
esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
(Josué 24: 14-15).
EL PADRE, SACERDOTE DEL
HOGAR
En la región de Uz había un hombre
llamado Job, que vivía una vida recta y sin tacha, y que era un fiel servidor
de Dios, cuidadoso de no hacer mal a nadie. Job tenía siete hijos y tres hijas,
y era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes
y quinientas asnas. Tenía tambien un gran número de esclavos. Era el hombre más
rico de todo el oriente.
Los hijos de Job acostumbraban celebrar
banquetes en casa de cada uno de ellos,
por turno, y siempre invitaban a sus tres hermanas. Terminados los días del
banquete, Job llamaba a sus hijos y, levantándose de mañana, ofrecía holocaustos por cada uno de ellos, para
purificarlos de su pecado.
Esto lo hacia Job siempre, pensando que
sus hijos podían haber pecado maldiciendo a Dios en su interior. (Job 1: 1-5)
Jesús contó esto tambien: Un hombre
tenía dos hijos, y el más joven le dijo a su padre: Padre dame la parte de la
herencia que me toca. Entonces el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos
días después el hijo menor vendió su parte de la propiedad, y con ese dinero se
fue lejos, a otro país, donde todo lo
derrocho llevando una vida desenfrenada.
Pero cuando ya se lo había gastado todo,
hubo una gran escasez de comida en aquel país, y el comenzó a pasar hambre.
Fue a pedir trabajo a un hombre del
lugar, que lo mando a sus campos a cuidar cerdos. Y tenia ganas de llenarse el
estomago con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
Al fin se puso a pensar: ¡Cuantos
trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me
muero de hambre ¡ regresare a casa de mi padre, y le diré : Padre mió, he
pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a
uno de tus trabajadores. Asi que se puso en camino y regreso a la casa de su
padre.
Cuando todavía estaba lejos, su padre lo
vio y sintió compasión de el. Corrió a su encuentro, y lo recibió con abrazos y
besos. El hijo le dijo: Padre mió, he pecado contra Dios y contra ti; ya no
merezco llamarme tu hijo.
Pero el padre ordeno a sus criados:
Saquen pronto la mejor ropa y vístanla; pónganle tambien un anillo en el dedo y sandalias en
los pies. Traigan el becerro mas gordo y mátenlo. ¡Vamos a comer y a hacer Fiesta ¡Porque este hijo mío estaba
muerto y ha vuelto a vivir; se había
perdido y lo hemos encontrado. Y comenzaron a hacer fiesta.
NI CON EL PETALO DE UNA
ROSA
En cuanto a ustedes, los esposos, sean
comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde, no solamente
porque la mujer es mas delicada, sino tambien porque Dios en su bondad les ha
prometido a ellas la misma vida que a ustedes. Háganlo asi para que nada
estorbe sus oraciones. (San Pedro 3: 7)
ESPOSAS Y MADRES
UN HOMBRE Y UNA MUJER
Abraham era ya muy viejo, y el Señor lo
había bendecido en todo. Un día llamo al
más viejo de sus siervos, el que estaba a cargo de todo lo suyo, y le dijo: Pon
tu mano debajo de mi muslo, y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la
tierra, que no dejaras que mi hijo Isaac se case con una mujer de esta tierra
de Canaan, donde yo vivo, sino que iras a mi tierra y escogerás una esposa para
el entre las mujeres de mi familia.
El siervo le contesto:
Pero si la mujer no quiere venir
conmigo. ¿Que hago?
¿Debo entonces llevar a su hijo a la
tierra de donde usted salio?
Abraham le dijo:
¡No, no lleves allá a mi hijo ¡
El Señor, el Dios del cielo, que me saco de la casa de mi padre y de la tierra
de mis parientes y me prometió dar esta
tierra a mis descendientes, tambien enviara su ángel delante de ti para que
traigas de allá una esposa para mi hijo.
Si la mujer no quiere venir contigo,
quedaras libre de este compromiso, pero ¡de ninguna manera lleves allá a mi
hijo ¡ (Génesis 24: 1-8 ).
GANANDOSE AL ESPOSO
Noemí tenía un pariente por parte de su
esposo Elimelec, que se llamaba Booz y era muy rico e influyente.
Un día Rut le dijo a Noemí: Déjame que
vaya al campo, a ver si algún segador me permite ir detrás de el recogiendo
espigas.
Ve, hija mía, le respondió su suegra.
Rut, pues, fue al campo y se puso a
recoger las espigas que dejaban los segadores. Y tuvo la suerte de que aquel
campo fuera de Booz, el pariente de Elimelec. En eso, Booz llego de Belén y
saludo a los segadores:
¡Que el Señor este con ustedes¡
¡Que el Señor le bendiga a usted¡ le
respondieron ellos.
Luego Booz le pregunto al capataz de los
segadores:
¿De que familia es esa muchacha?
El capataz le contesto:
Es una moabita, que vino de Moab con
Noemí.
Me pidió permiso para ir detrás de los
segadores recogiendo espigas, y se ha pasado trabajando toda la mañana, hasta
ahora mismo que ha venido a descansar un poco.
Entonces Booz le dijo a Rut:
Escucha, hija mía, no vayas a recoger
espigas a ningún otro campo.
Quédate aquí, con mis criadas, y luego
síguelas a donde veas que los segadores están trabajando. Ya he dado órdenes a
mis criados para que nadie te moleste.
Cuando tengas sed, ve a donde están las
vasijas del agua y toma de la que ellos sacan.
Rut se inclino hasta el suelo en señal
de respeto, y le pregunto a Booz:
¿Por qué se ha fijado usted en mí y es
tan amable conmigo, siendo yo una extranjera?
Booz respondió:
Se muy bien todo lo que has hecho por tu
suegra desde que murió tu marido, y tambien se que dejaste a tus padres y a tu
patria por venir a vivir con nosotros, que éramos gente desconocida para ti.
¡Que Dios te lo pague¡ ¡Que el Señor y
Dios de Israel, en quien has buscado amparo, te premie por todo lo que has
hecho¡( Rut 2: 1-12 ).
MADRE ESPIRITUAL
En un lugar de los montes de Efraín,
llamado Rama, vivía un hombre de la familia de Zuf, cuyo nombre era Alcana. Era
hijo de Jeroham y nieto de Eliu. Su bisabuelo fue Tohu, hijo de Zuf, que
pertenecía a la tribu de Efraín. Elcana tenía dos esposas. Una se llamaba Ana,
y la otra Penina.
Penina tenía hijos, pero Ana no la
tenia. Todos los años salía Elcana de su pueblo para rendir culto y ofrecer
sacrificios en Silo al Señor todopoderoso.
Allí había dos hijos del sacerdote Eli,
llamados Ofni y Finees, que tambien eran sacerdotes del Señor.
Cuando elcana ofreció el sacrificio,
daba su ración correspondiente a Penina y a todos los hijos e hijas de ella,
pero a Ana le daba una ración especial, porque la amaba mucho, a pesar de que
el Señor le había impedido tener hijos. Por esto Penina, que era su rival, la
molestaba y se burlaba de ella, humillándola porque el Señor la había hecho
estéril.
Cada año, cuando iban al templo del
Señor, Penina la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía.
Entonces le decía Elcana, su marido: Ana, ¿Por qué lloras? ¿Por qué estas
triste y no comes? ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?
En cierta ocasión, estando en Silo, Ana
se levanto después de la comida. El sacerdote Eli estaba sentado en un sillón,
cerca de la puerta de entrada del templo del Señor.
Y Ana, llorando y con el alma llena de
amargura, se puso a orar al Señor y le hizo esta promesa: Señor todopoderoso:
si te dignas contemplar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mi y me concedes un
hijo, yo lo dedicare toda su vida a tu servicio, y en señal de esa dedicación
no se le cortara el pelo.
Como Ana estuvo orando largo rato ante
el Señor, Eli se fijo en su boca; pero ella oraba mentalmente. No se escuchaba
su voz; solo se movían sus labios. Eli creyó entonces que estaba borracha, y le
dijo:
¿Hasta cuando vas a estar borracha?
¡Deja ya el vino¡
No es eso, Señor contesto Ana. No es que
haya bebido vino ni alguna bebida fuerte, sino que me siento angustiada y estoy
desahogando mi pena delante del Señor.
No piense usted que soy una mala mujer,
sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida.
Vete en paz, le contesto Eli, y que el
Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.
Muchísimas, gracias contesto ella.
Luego Ana regreso por donde había
venido, y fue a comer, y nunca más volvió a estar triste. (1 Samuel 1: 1-18)
AGRADANDO AL ESPOSO
Asi tambien ustedes, las esposas,
sométanse a sus esposos para que los que no creen en el mensaje puedan ser
convencidos, sin necesidad de palabras, por el comportamiento de ustedes, al
ver ellos su conducta pura y respetuosa.
Que el adorno de ustedes no consista en
cosas externas, como peinados exagerados, joyas de oro o vestidos lujosos, sino
en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un espíritu suave y
tranquilo.
Esta belleza vale mucho delante de Dios.
Pues este era tambien, en tiempos antiguos, el adorno de las mujeres santas;
ellas confiaban en Dios y se sometían a sus esposos. Asi fue Sara, que obedeció
a Abrahán y le llamo MI SEÑOR. Y ustedes son hijas de ella, si hacen el bien y
no tienen miedo de nada. (1 de San Pedro 3:1-6).
1 de Pedro 3: 1-6:
3:1. Asimismo vosotras, mujeres, estad
sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra,
sean ganados sin palabras por la conducta de sus esposas.
2. Considerando vuestra conducta casta y
respetuosa.
3. Vuestro atavió no sea el externo de
peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos.
4. Sino el interno, el del corazón, en
el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande
estima delante de Dios.
5. Porque así también se ataviaban en
otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a
sus maridos.
6. como Sara obedecía a Abraham,
llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el
bien, sin temer ninguna amenaza.
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